jueves, 30 de junio de 2016

EL BOSQUE DE LOS SORTILEGIOS (EPISODIO #200)


Ya llevaba no menos de un cuarto de hora huyendo del cerdo. Me estaba consumiendo. La fiera no me daba tregua, sin embargo sus gruñidos perdían fuerza. Su herida se abría y le quitaba braveza. Era consciente de que no había atacado un puerco. También sabía que había cometido un error serio: me había alejado del camino, mi único punto de referencia entre tanta vegetación densa, pero no había tiempo para retrocesos, si me detenía podía terminar en las nefastas mandíbulas de la desalmada bestia. Qué tan peligroso era aquel bosque, en su hábitat la vida exigía demasiado esfuerzo.