martes, 28 de junio de 2016

EL BOSQUE DE LOS SORTILEGIOS (EPISODIO #196)


Intentaba apartarme del caballo, también del gato, pero empecinados seguían mis pasos. El jabalí merodeaba frente a mis ojos. Con su hocico alargado buscaba algo. Al acecho levantaba mi lanza, con la mano derecha más allá del hombro. Nunca en mi vida había arrojado un palo. Me sentía confiado. Mi paso lento se iba acrecentando. Tan sucio estaba que me camuflaba con los troncos. De un árbol a otro me iba acercando. Nos distanciaban diez metros. Tal vez menos. Tenía que pensar una táctica. Si me acercaba demasiado podía espantarlo, entonces lo sorprendía corriendo con la lanza en alto. A unos cinco metros de mi presa tropezaba con la raíz de un árbol. Mi cuerpo caía al pasto. Una hoja seca se metía en mis labios. El jabalí reaccionaba contraatacando. No tenía fuerzas para levantarme y encima la lanza se me había soltado.