lunes, 27 de junio de 2016

EL BOSQUE DE LOS SORTILEGIOS (EPISODIO #195)


Lejos del camino, nos adentrábamos en el bosque. Mi mano derecha se aferraba a la lanza. Necesitábamos cazar. Algo se movía entre unos troncos. Excitado, detenía mi andar para poder inspeccionar. Sin embargo el caballo no paraba de avanzar. A diferencia de nosotros, él tenía comida en cantidad. Sujetando su cola lograba aquietarlo. A unos cincuenta metros había un mamífero. Su cuello era robusto, su hocico muy agudo. Tenía pelaje tupido, color marrón. Estábamos en presencia de un jabalí. Mis labios se ensalivaban. Si el gato maullaba, nuestra caza se frustraba, pero para el bienestar de nuestros estómagos no decía ni miau, tal vez porque, como yo, ya olfateaba la oportunidad.