domingo, 10 de julio de 2016

EL BOSQUE DE LOS SORTILEGIOS (EPISODIO #214)



Ringo me había rescatado. Los amigos pueden ser fuertes cuando uno no puede serlo. La noche victoriosa caía sobre nosotros. En aquel bosque todo era un obstáculo, pero yo seguía cabalgando, subido al lomo de un potro tan leal como mi gato. Echando mi pecho en el cuello del caballo cerraba los ojos, librando mi destino a los cascos de ese equino que en buen momento ya consideraba un aliado.